Profesorado de Historia

PROFESORADO DE HISTORIA

 

En el Profesorado de Historia del Instituto de Formación Docente Nº103 creemos que La Historia la vamos construyendo colectivamente sobre las huellas que nos conducen hacia el pasado. Es nuestra tarea descifrar e interpretar los movimientos sociales que fueron fraguando nuestra forma específica de ser presencia en este mundo tan complejo y a veces incomprensible. Es nuestra tarea, también, mantener activa nuestra memoria para no olvidar procesos representativos de un cierto esquema histórico de dominación.

Nuestra propuesta tiene que ver con el conocimiento de los procesos histórico-sociales, tan alejado de los cuentos de héroes marmolados, detrás de cuya estatua se esconden aquellas otras historias, la de los que perdieron, la de los que resisten, la de los que permiten que su sangre fluya por la vena Latinoamericana.

Nuestro plan se entremete en la historia cotidiana de los Condenados de la Tierra con la intención de apostar a su emancipación, a partir de la toma gradual de conciencia individual y colectiva que crece en el magma de la praxis liberadora. Ella crece y se transforma cada día en la superación del relato y en las tramas complejas de historias conocidas y perversas.

Creemos que sin esperanza no hay educación posible. Esperanza y educación son irreductibles entre sí. Y la esperanza se alimenta de la utopía y en los sujetos colectivos organizados para resistir, luchar e intentar materializar los sueños. Esperanza que asoma como bandera, cuando la injusticia hace alarde de ser el único camino posible.

Nuestro proyecto de formación para el futuro Profesor de Historia da cuenta de los conflictos, de la pugna de intereses, de los procesos dialécticos, como instancias de lucha inextinguible por una sociedad más justa que va construyéndose históricamente, cada día, y con lo mejor que tenemos como humanos.

Pugnamos por reconocer lo oculto de la historia oficial, convencer la esperanza, provocar la posibilidad a la luz de la utopía, comprometiéndonos a materializarla. Menuda tarea compartida con otros y con la historia; entre instituciones, docentes, alumnos y conocimiento, no sin disputa, pues la fuerza del poder hegemónico constantemente nos atraviesa, nos provoca, nos perturba.

Creemos, por lo tanto, que existen verdades indiscutibles en nuestra historia, como ser los crímenes de Lesa Humanidad, ya juzgados o no, cometidos durante los hechos históricos conocidos como: La Conquista de América, La dictadura de los desaparecidos, La Segunda Guerra Mundial, La Conquista del Desierto, etc.

La problemática epistemológica, está atravesada en nuestro Profesorado, por la historia de la Historia, y la historia de la educación. De cómo entendemos esa historia, tendremos las claves de cómo entendemos los procesos sociales hoy. Un entendimiento que no escapa a las contradicciones.

Pensamos que la historia es presente, ese es el camino que proponemos recorrer en el ISFDYT Nº 103.Una historia que parte del presente de esta comunidad .Es la herramienta que nos conducirá en dos direcciones, que en definitiva cumplen con el mismo objetivo. La historia desde el presente, por un lado, nos permite escapar del paradigma vigente en el sentido de trabajar con el tiempo histórico y no con el tiempo lineal que fluye desde el pasado. Es una historia que realiza el recorrido inverso: parte desde el presente, busca respuestas en el pasado, vuelve al presente y se proyecta hacia el futuro. Por otro lado, es la historia con contenidos significativos para esta comunidad específica, es la historia que libera, la

historia de los oprimidos para los oprimidos. Una vez más, la historia construida colectivamente y no aquella que baja verticalmente desde las academias.

Es por ello que la formación de los perfiles de la Carrera de Historia propone la participación en experiencias didácticas vinculadas con lo social, la organización y concurrencia a eventos, debates, congresos, conferencias, muestras, y planificación de viajes de estudio, que necesariamente refieren a aspectos no convencionales de aprendizajes, caracterizados por ser altamente motivadores y significativos, tanto para docentes como para los alumnos. Entendemos que “vivenciando” situaciones áulicas, institucionales y sociales activas, participativas, de investigación , de construcción conjunta de conocimiento, de promoción social, de solidaridad, es que podrán convertirse en facilitadores de prácticas pedagógicas centradas en los alumnos como sujetos políticos capaces de formular y reformular la realidad presente y pasada.